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8/03/2009

SÍNDROME PREMENSTRUAL (SPM)

DE LO NORMAL A LO PATOLÓGICO
Así las cosas, cuando los síntomas premenstruales son lo suficientemente marcados como para afectar la vida de relación de la mujer, hablamos de "síndrome premenstrual". Este síndrome no debe confundirse con la dismenorrea, que es el dolor que la mujer sufre en los días previos e incluso durante los primeros días de su menstruación. La dismenorrea es una condición física, y no tiene ningún componente psíquico.
El síndrome premenstrual tiene un carácter fundamentalmente psíquico: se encuadra dentro de los trastornos relacionados a la "depresión mayor", y la alteración que causa es significativamente mayor que en las mujeres normales. Sin embargo, hay que comprender que este "trastorno psíquico" no es debido a una alteración de la personalidad de la mujer, sino de su constitución neurológica: los procesos de transmisión nerviosa en el cerebro, son diferentes y mas sensibles a los cambios hormonales. De modo que, más allá de ser un cuadro puramente "psicológico", hay un componente "fisiológico" que debe ser atendido y tratado.

QUE SÍNTOMAS PRODUCE?
(COMO LO RECONOZCO)
Los síntomas tienen que haber estado presentes en la mayoría de los ciclos menstruales en el último año y por lo menos 5 (cinco) de ellos tienen que haber estado presentes durante la ultima semana de la fase lutea, es decir, la semana previa a la menstruación. El "pico" o momento de mayor intensidad de los síntomas, se encuentra, en general, en los dos días previos al inicio de la menstruación, pero cada mujer tiene un patrón diferente, y en cada ciclo reproduce siempre el mismo patrón.
Además, es importante recalcar que los síntomas desaparecen en el momento del inicio de la menstruación. Solo podemos hablar de "síndrome premenstrual" cuando los síntomas característicos se presentan hasta quince días antes de la menstruación y desaparecen con la aparición de la menstruación. Si la menstruación no logra aminorar y hacer desaparecer los síntomas, probablemente estemos en presencia de otro trastorno permanente de carácter psíquico, no relacionado con el ciclo menstrual.
Son los síntomas que produce:
Depresión del estado de animo
Inestabilidad emocional
Ansiedad o tensión. Cuadros de pánico.
Irritabilidad
Disminución del interés en las actividades diarias
Falta de concentración, dificultad
Disminución marcada de la energía (astenia, fatiga, cansancio)
Cambios en el apetito (disminución o aumento)
Insomnio o aumento del sueño
Sensación de "estar fuera de control"
Síntomas físicos agregados, como tensión de las mamas e hinchazón

SU CAUSA: LAS HORMONAS FEMENINAS
Y LA NEUROTRANSMISIÓN
Hay varias hipótesis que intentan explicar el porqué se produce el síndrome premenstrual.
Para empezar, podemos decir casi con seguridad que estaría relacionado con la producción de los esteroides gonadales (hormonas femeninas), producidas y secretadas por el ovario (estrógenos -estradiol- y progesterona).
Recordemos que la ovulación de la mujer se produce aproximadamente durante el día 14 de su ciclo menstrual (también recordemos que los días se comienzan a contar a partir del 1º día en que se inicia la menstruación). La ovulación es desencadenada por un pico de secreción de estradiol (estrógenos). A partir de ese día, se comienza a producir el cuerpo luteo, que posteriormente dará lugar a la producción y secreción de progesterona. Por eso, esta segunda fase del ciclo menstrual (del día 14 al 28), se conoce con el nombre de "fase lutea".
Es durante esta fase que la mujer presenta los síntomas característicos, de lo que se deduce que los mismos están relacionados con la secreción de ambas hormonas.
Y como actuarían las hormonas para producir el síndrome de carácter fundamentalmente psíquico? Se piensa que los receptores del cerebro de las mujeres que sufren de SPM son más sensibles a la acción de las hormonas ováricas que el resto de las mujeres. Dichas hormonas circulan por la sangre hasta penetrar el sistema nervioso central, actuando sobre ciertas regiones que regulan las emociones, como por ejemplo, la amígdala y el hipotálamo. Allí actuarían modulando las neuronas que segregan neurotransmisor especifico: la serotonina, produciendo disminución de sus niveles en esas regiones.
La medicación que se utiliza para el tratamiento, aumenta los niveles de serotonina en el sistema nervioso central, mejorando notablemente la sintomatología característica.
Se menciona otro neurotransmisor que estaría involucrado en el mecanismo patológico, es el ácido gammaaminobutirico (GABA). No sabemos mucho sobre este mecanismo todavía, por lo que solo lo mencionaremos.
COMO HACEMOS EL DIAGNOSTICO
En primer lugar, tenemos que tener en cuenta cuales son los trastornos que pueden "simular" un síndrome premenstrual, y que debemos descartar con un adecuado interrogatorio:

Trastornos permanentes del estado de animo y de la personalidad, no relacionados al ciclo menstrual (no desaparecen con el inicio de la menstruación): personalidad depresiva, distimias, trastornos de ansiedad y otros.
Anemia
Anorexia o bulimia
Diabetes
Dismenorrea (dolor producido por la menstruación)
Abuso de sustancias ilícitas
Endometriosis
Hipotiroidismo
Perimenopausia
Uso de píldoras anticonceptivas
Antes de confirmar el diagnóstico de "SPM", debemos descartar las causas que se enumeraron.
En segundo lugar, deberemos interrogar sobre ciertas condiciones, que están asociadas - pueden estar presentes y ocultas - con la existencia del síndrome. Situaciones de abuso sexual actual o antiguo, violencia domestica, estrés post traumático, consumo excesivo de alcohol o consumo de drogas ilícitas, deben ser investigadas en el momento de la consulta, para recibir un tratamiento especifico y apartado.
Finalmente, ante la sospecha de existencia de este síndrome, es de buena técnica solicitar a la mujer que haga un seguimiento escrito de los síntomas durante dos periodos menstruales, en una tabla especifica que le es entregada en el momento de la consulta. Este seguimiento nos da mas información acerca del problema, y ayuda a definir el diagnostico.
Es ideal comenzar con el tratamiento una vez confirmado por la lectura de la tabla de síntomas, pero, sin ninguna duda, si los síntomas son lo suficientemente claros y la mujer no desea aguardar durante dos ciclos menstruales, podemos iniciar tratamiento de prueba en el mismo momento de la primera consulta.


TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
Como es habitual en medicina, siempre intentaremos primero con un tratamiento no farmacológico, si la intensidad de los síntomas lo permite y nos un cierto rango de tiempo. Siempre es mejor dejar la medicación especifica para un segundo tiempo, y estudiar la respuesta que tiene la mujer con las medidas no farmacológicas. Esto se debe a que, en algunos casos, con este tratamiento los síntomas mejoran y no se requieren tratamientos específicos con psicofármacos.
Las medidas no basadas en psicofármacos que se pueden utilizar, son aquellas relacionadas a todos los factores que predisponen a padecer síndrome premenstrual:
Dieta hipocalórica cuando hay sobrepeso u obesidad. La obesidad es reconocida como un factor que puede predisponer la instalación del síndrome.
Realizar ejercicio regularmente. El ejercicio mejora la función neurológica y neurotransmisora y mejora notablemente el estado anímico en forma general.
Supresión del tabaquismo y del consumo de alcohol. Como ya dijimos, ambos están relacionados a la instalación del síndrome.
Medidas para asegurar un sueño regular.
Utilización de suplementos nutricionales: vitamina B6, Vitamina E, Carbonato de Calcio, Magnesio, ácido triptofano.
Apoyo psicológico: grupos de autoayuda, terapia individual o de grupo, terapias cognitivas, educación del paciente sobre el síndrome.
Cabe aclarar que las medidas enunciadas requieren una clara comprensión del problema por parte del paciente. No serán efectivas si no hay aceptación por parte de él, y en estos casos deberemos pasar directamente al segundo paso: el tratamiento con psicofármacos.


TRATAMIENTO CON PSICOFÁRMACOS
Actualmente se considera que los fármacos mas eficaces para el tratamiento del síndrome son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina: sertralina, paroxetina, citalopram, fluoxetina. Recordemos que, en este síndrome, se halla disminuida la serotonina en las estructuras emocionales del cerebro: estos fármacos aumentan la concentración de serotonina, mejorando notablemente los síntomas. Hay investigadores que concluyen que la utilización de estos fármacos reduce y controla en forma importante síntomas como la irritabilidad, el estado depresivo, y la adicción a los hidratos de carbono presentes en estas pacientes.
Hay tres formas de administrar estos fármacos:
Administracion durante la fase lutea
Administracion de ciclo continuo
Administracion al inicio de los síntomas (fase premenstrual)
Cualquiera de las formas puede ser valida, según las características individuales de cada paciente y la evaluación hecha por el medico tratante en cada caso. Sin embargo, hay cierto consenso de que el tratamiento continuo seria, en principio, el más efectivo.

HACIENDO DIAGNOSTICO PRECOZ, MEJORAMOS LA CALIDAD DE VIDA
Cualquier mujer en edad fértil y que tiene ciclos menstruales, puede advertir que los síntomas enunciados entorpecen su vida de relación, pero quizás no tenga elementos para conocer que este problema puede ser orientado con éxito con el tratamiento medico, ya sea con o sin psicofármacos. Esta falta de conocimiento es la que determina que la mujer no consulte, y no aviste horizontes de mejoría para su vida diaria.
El conocer estas posibilidades de enfoque del problema trae aparejado que más mujeres concurran a la consulta con un planteamiento claro y concreto y pretendan enfocarlo con un criterio científico y aspirando a la curación o manejo del síntoma.
Todos esos casos sintomáticos que no concurren a la consulta por falta de información, son casos no diagnosticados. La difusión de estos conceptos ayuda al cuerpo profesional a aumentar la tasa de detección del síndrome premenstrual, pudiendo ofrecer posibilidades concretas a las mujeres afectadas, y contribuyendo de esta manera, a mejorar la calidad de vida de las mismas.
El diagnostico precoz hace que esas mujeres, puedan acceder a una opción útil de tratamiento. Haciendo diagnostico precoz, estamos contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de la población, tanto de las mujeres afectadas como la de su grupo familiar conviviente.

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